tatuajes de fuego en el alma...

Me he sorprendido a mí misma, nunca pensé que llegaría a sentirme tan cómoda con quien soy ahora mismo. Miro al frente y  veo mi camino, marcado, definido. Siempre había sido borroso y con bastantes piedras.

Me siento feliz, tomo mis propias decisiones y si me equivoco no pasa nada. He aprendido a escucharme, a quererme. He aprendido a ser yo misma.

He aprendido de la vida, me he caído, he llorado, he reído, he sentido esa clase de dolor del que piensas que nunca  va terminara, y mírame ahora, he sobrevivido, y estoy aquí mirándome al espejo de la vida, y me siento orgullosa de lo que veo.

 La vida te da muchos golpes, demasiados dirá yo, las cosas buenas que te da abecés no sirven de nada comparados con los golpes que has recibido, no calman el dolor. Y por muchas cosas buenas que te pasen en la vida, nunca olvidaras el dolor de aquellas que se te  marcaron con fuego dentro del alma  y que aun llevas hay, gravadas como tatuajes  de fuego en el alma. Pero sorprendentemente te acostumbras a esos tatuajes y a ese dolor que producen. Y anqué no lo sepas, esos tatuajes son hechos a tu medida y ayudan a definirte, a saber quién eres para que nunca lo olvides. Para que nunca olvides lo valiente que eres de seguir…de mostrar a la   vida esas marcas de dolor y decirle que por muchas que te haga, nunca las vas a esconder y siempre te las curaras, aunque no las olvides porque están gravadas a fuego.